DIENTES MÁS BLANCOS… ¡UN SIGNO DE JUVENTUD!

El blanqueamiento dental es un proceso sencillo. Los productos blanqueadores contienen uno de los dos blanqueadores dentales (peróxido de hidrógeno o peróxido de carbamida). Estos blanqueadores rompen las manchas en trozos más pequeños, lo que hace que el color esté menos concentrado y tus dientes más brillantes.

 

Los dientes pueden decolorarse por diferentes causas, como reacciones a medicamentos, envejecimiento y herencia. El vino, el tabaco, algunos alimentos y ciertas afecciones médicas también contribuyen a que los dientes se vuelvan amarillos y apagados. Si desea un rápido impulso de confianza, ésta es una buena forma de iniciar un programa de rejuvenecimiento de sus dientes. El blanqueamiento de los dientes descoloridos puede quitar años a su aspecto.

 

Los dientes pueden blanquearse en casa o en la consulta. Normalmente se prefiere el blanqueamiento en casa, que consiste en utilizar cubetas hechas a medida que se ajustan a los dientes para que el agente blanqueador químico pueda permanecer en su lugar durante un tiempo determinado. El blanqueamiento en consulta puede ser un buen comienzo para un programa de blanqueamiento. En sólo una hora aproximadamente, los dientes delanteros pueden blanquearse varios tonos de forma inmediata, mientras que el resto del tratamiento se realiza en casa durante las semanas siguientes.

 

 

Es importante que hables con tu dentista antes de decidirte a blanquearte los dientes, ya que los blanqueadores pueden no corregir todos los tipos de decoloración. Por ejemplo, los dientes amarillos probablemente se blanquearán bien, los marrones pueden no responder tan bien y los dientes con tonos grises pueden no blanquearse en absoluto.

 

El blanqueamiento no funciona con fundas, carillas, coronas ni empastes. Tampoco será eficaz si la decoloración de los dientes se debe a medicamentos o a una lesión dental.

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